Bre Hushaw, una joven estadounidense famosa por mostrar en redes sociales el casco contra la depresión Youtube
La depresión es un trastorno mental muy frecuente que afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Entre las líneas de investigación para tratar este trastorno se encuentran frentes abiertos como el Prozac nasal o una pastilla con potencial para curar esta afección, el dolor y la obesidad. Ahora, una nueva técnica contra la depresión ha llegado a España: el casco que reinicia el cerebro con descargas eléctricas.
El tratamiento en cuestión se basa en una estimulación magnética transcraneal (TMS, por su denominación en inglés) que recibe el paciente a través de un casco. "Se trata de una técnica de neuroestimulación no invasiva que consiste en la aplicación de impulsos electromagnéticos sobre una zona muy concreta del cerebro, mediante un casco que se apoya sobre el cuero cabelludo", explica a EL ESPAÑOL Guglielmo Foffani, investigador del Centro Integral de Neurociencias AC HM CINAC, ubicado en el Hospital Universitario HM Puerta del Sur.
El experto desarrolla sobre el funcionamiento de este tratamiento que "pasa corriente eléctrica a través de un casco de estimulación generando un campo magnético que, a su vez, induce una corriente en la zona del cerebroque se quiere estimular, activando las neuronas". La activación repetida de las neuronas, expone, "puede inducir efectos de plasticidad a largo plazo, reduciendo o aumentando la excitabilidad de los circuitos cerebrales en función de los protocolos de estimulación que se utilicen".
Para el investigador, es "un buen tratamiento". En HM CINAC ya lo ofrecen a los pacientes. "En la depresión se ha demostrado que existe un desequilibrio en la excitabilidad de los circuitos de las cortezas frontales. La aplicación de sesiones repetidas de TMS puede reequilibrar la excitabilidad de esos circuitos, mejorando los síntomas de la depresión", explica en referencia al éxito de este tratamiento.
Pero eso no significa que funcione en el 100% de los pacientes. "El objetivo de los ensayos clínicos es justamente demostrar que un tratamiento real sea más eficaz que un tratamiento placebo", acalara el especialista. "La eficacia de la TMS para depresión es superior a un efecto placebo".
Foffani explica que puede haber riesgos "en el caso que el paciente tenga un marcapasos u otros objetos metálicos sensibles al campo magnético". En estos casos la TMS no se recomienda, señala.
Pero aclara que el perfil de seguridad de la TMS "es muy bueno, así que no hay un riesgo real de que pueda provocar problemas más graves". En un lenguaje más coloquial podríamos decir que no freirá los cerebros de los pacientes.
"Existen casos documentados, pero muy raros, de inducción de una crisis epiléptica en una sesión TMS, por lo que algunos protocolos requieren ser aplicados con cuidado en casos de historia previa de epilepsia", añade.
De hecho, la TMS ya sirve para tratar otras patologías, estimulando otras partes del cerebro. Por ejemplo, la FDA ya ha dado su aprobación para el tratamiento de la migraña y del trastorno obsesivo compulsivo. "En otras enfermedades, incluida la enfermedad de Párkinson sobre la que trabajamos directamente nosotros, hay estudios con resultados prometedores", explica.
Actualmente el especialista se encuentra investigando en un innovador casco magnetocéutico: "Una nueva técnica de neuroestimulación no invasiva, que estamos desarrollando en el CINAC en colaboración con el Dr. Antonio Oliviero en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo". El nombre técnico es estimulación transcraneal por campo magnético estático (tSMS por su denominación en inglés).
"Es una técnica más sencilla que la TMS, ya que consiste simplemente en la aplicación de un casco con un imán muy potente que se posiciona sobre una zona muy concreta del cuero cabelludo, dependiendo de enfermedad", relata.
"No hay ningún campo eléctrico involucrado, por eso hablamos de una posible terapia magnetocéutica. Ya hemos demostrado que esta técnica reduce la excitabilidad cortical, de manera parecida a algunos protocolos de TMS. El reto es trasladarla a la aplicación clínica", añade Foffani.
En HM CINAC están estudiando el posible uso de la tSMS en pacientes con enfermedad de Párkinson y otros trastornos del movimiento como el temblor esencial, el síndrome de Tourette o la distonia focal. En el Hospital Nacional de Parapléjicos el Dr. Oliviero está haciendo los estudios para el tratamiento de la migraña. "La depresión es claramente otra patología de gran interés y potencialmente tratable con nuestra técnica", dice.
El investigador explica que el casco magnetocéuticoes una técnica made in Spain: "La hemos inventado nosotros y la estamos impulsando mediante los estudios científicos en nuestras instituciones y a través una start-up, Neurek SL, que se fundó con la Fundación del Hospital Nacional de Parapléjicos".
Asimismo, cuenta que "ya hay varios grupos científicos en el mundo que están haciendo estudios científicos con nuestra técnica (en Japón, Canada, EEUU, Australia, etc.), y eso es muy bueno para que llegue a difundirse y tener un impacto real para los pacientes".